
Cuando no tenemos clara la procedencia de unos pendientes u otro tipo de joya, podemos tener la duda de si son realmente de oro o, por el contrario, se trata de algún tipo de aleación o es una pieza de otro metal que, simplemente, ha sido bañada en oro.
Es habitual que ocurra esto cuando adquirimos joyas en negocios online poco conocidos y que no nos ofrecen garantías y, también, cuando heredamos joyas o las recibimos como regalo.
Conocer este dato es muy interesante puesto que el oro, además de ser un símbolo de elegancia y clase, también es un valor seguro al ser un metal que siempre se revaloriza.
¿Cómo saber si tus pendientes son de oro? 5 pruebas caseras para averiguarlo
Existen varias maneras para que puedas comprobar en la comodidad de tu hogar si esos preciosos pendientes que te dejó tu abuela o que te regalaron por tu último cumpleaños son o no de este valioso metal.
Te explicaremos las formas más habituales y cómo llevarlas a cabo para que aprendas cómo reconocer unos pendientes de oro en apenas unos minutos.
Lo primero que debemos advertirte es que, algunas de estas pruebas caseras, pueden alterar el aspecto de tus pendientes. Es por ello que te animamos a que leas detenidamente la explicación antes de realizar cualquiera de estos procedimientos.
1. Examen Visual
La primera prueba, la más rápida y sencilla y que no modificará de ninguna manera tus pendientes ni ninguna otra joya sobre la que la hagas, es buscar su número oficial.
Todas las joyas originales de oro llevan una marca que identifica el material y la pureza. Esta marca suele encontrarse en la parte posterior y, por lo general, tienen un tamaño muy reducido, por lo que es probable que necesites una lupa para verlo.
Este sello de originalidad se comenzó a popularizar en los años 50 por lo que, si tu joya es muy antigua, podría no llevarlo.
También podría darse la situación de que tus pendientes lleven la marca identificativa, pero se trate de una falsificación realizada con mucho detalle.
Para salir de dudas, lo mejor es siempre acudir a un profesional que pueda darte una valoración mucho más precisa de tu joya.
2. Prueba del Limón
Este procedimiento es muy rápido de llevar a cabo, pero solo te permitirá descubrir si lo que es de oro es la composición exterior de tu joya, por lo que, si esta lleva un baño de oro, el resultado podría ser confuso.
Para llevar a cabo esta prueba solo tienes que bañar tus pendientes, o la joya que quieras testar, con jugo de limón recién exprimido e, inmediatamente después, limpiarlos frotándolos con una tela blanca. Al tener el limón una composición ácida, si tu joya no es de oro la tela se manchará de un color negruzco. Si la tela sale limpia, puedes estar seguro de que, al menos, la capa exterior es de oro puro.
3. Prueba del Bicarbonato
Se realiza de la misma manera que la prueba del limón, solo que bañando la joya con una mezcla de bicarbonato y zumo de limón. Se creará una pasta que debes extender sobre la joya y, de nuevo, como en la prueba anterior, la frotarás con un paño blanco para comprobar si sale limpio o no.
Tampoco nos permite comprobar más allá de la capa exterior, pero supone una excelente manera de limpiar tus joyas de oro.
4. Prueba del Vinagre
Como hemos comprobado en las demostraciones anteriores, el oro no reacciona con la mayoría de los ácidos. Es por ello que podrás realizar otra prueba similar a las que ya te hemos propuesto, pero con vinagre blanco.
Para ello solo tienes que sumergir un pendiente, anillo o lo que tú quieras en un vaso con una pequeña cantidad de vinagre y dejar la pieza sumergida unos 15 minutos.
Si es de oro, al cabo de este tiempo saldrá del vinagre limpia y reluciente.
Si no lo es, sufrirá cambios de coloración. Por eso es importante que no realices esta prueba si crees que tu joya podría ser una aleación o estar chapada, ya que corres el peligro de dañar la pieza.
5. Prueba del Mordisco
Es una prueba muy sencilla, pero nada recomendable puesto que, si tus pendientes son de oro, para comprobarlo habrás tenido que dejarles una buena marca.
Es tan sencillo como morder la pieza con firmeza y luego examinarla, que es lo que se hacía antiguamente con las monedas de oro para comprobar que fueran verdaderas.
Si tu pieza es de oro, tus muelas habrán dejado muescas en su superficie. Más marcadas cuanta más pureza tenga el oro.
Lo malo es que también existen otros metales en los que quedarían marcas similares al realizar esta misma comprobación, por lo que, aunque sencilla, no es nada fiable y degradará tu joya. Es por eso que no la recomendamos en absoluto.
Cómo reconocer unos pendientes de oro de manera realmente eficaz
Aunque estas comprobaciones son muy rápidas y fáciles de realizar, lo cierto es que su fiabilidad no es muy alta y puedes terminar dejando marcas desagradables en tus joyas, como muescas o decoloraciones.
Para tener la total garantía acerca de la composición de tu joya, te recomendamos que solicites una prueba profesional a tu joyero de confianza.
En Rossé Joyeros estaremos encantados de examinar, mediante procedimientos precisos y a prueba de fallos, la composición y grado de pureza de cualquiera de tus joyas.
Y, por supuesto, en nuestras tiendas encontrarás una amplia gama de pendientes tanto de 9 como de 18 kilates, todos ellos con su sello de garantía para que tengas la tranquilidad de estar adquiriendo piezas originales y de calidad a precios excepcionales.
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